viernes, 25 de enero de 2013

Declaración de intenciones III

Extenderé los brazos por encima de la boca cada luna llena.
Correré a distraerme de palabras camufladas, de posibilidades perversas, de la complicidad transversal que nos sobrevive en los ojos.
No los verás, -nunca los ves-, pero en conserva seguiré rogando a tus trozos de piel que se peguen a los míos.
Desde entonces. Como siempre.
Sacaré el cuchillo en cuantas batallas seas capaz de brindarme, arrancaré a jirones esa piel que nos sobra tanto, de verdad que nos sobra tanto..

Sé que seguiremos sacudiéndonos los segundos que nos guardamos en silencio, día tras día. Sé que algo nos tropieza en la garganta.
Hace tiempo ya que no respiramos bien
(no nos respiramos, sobra decir).

Y sí, lo digo y escribo y grito: nos necesitamos como escozor a tragos cortos, cortos y corrosivos, cortos y resultado de nuevas cicatrices que ya nos sobreviven solapadas
como bocanadas de aire comprimido. Me canso de decir nuestro y sin embargo no aguanto, estropeo estre pacto no escrito de afonía dentro del pecho. Y por fuera somos mudas
y me repugna,
y lo escupo. (Así)
Lo desharé todo cuando te vuelvas llena y al rehacernos, (valiente paradoja), me plegaré sin propinar ni un sólo grito.

Sólo quiero verde y rojo, de nuevo, en sintonía.

1 comentario:

  1. Desde las entrañas a las entrañas (a mí me ha llegado allí).
    Genialmente brutal. Me ha encantado...
    Besos!!!

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