Fluir se antojaba complicado, paradójicamente
lo fácil empieza a ser ennudarse con excusas.
Las bocas que se escapan por el agujero que hay en mi garganta lloran,
por qué?
me pregunto yo, con la mano metida entre las tetas
bajo el ombligo
sobre la mesa.
Nunca me han hecho caso
ni mis ojos, ni mis lágrimas
ni mis saltos al vacío
tan poca autoridad tengo sobre mi cuerpo?
Sólo me como lo venenoso, bebo agua salada y me entretengo con pelos de gato que se me clavan en la boca
y me asfixian lentamente.
Parece increíble y es realismo en su máximo esplendor
las espinas, el agua, las montañas rusas bajo la piel
todo son verdades cotidianas
mientras, entre las sábanas sueño con.
Ensaño los dientes y me enseño conmigo misma
qué locura, eh?
pues espérate a leerme por detrás de los cristales
si es que aciertas y me clavas un puñal en medio del miedo.
Meter la cabeza por debajo de los hombros y cruzar las piernas hasta volverlas de cobre
enredado
ruidosos y ruin
como yo
como tu cabeza entre mis peros
y mis perros de presa apuntando
directamente al cerebro.
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