Chocar.

Entra
sin avisar
y mis costuras se rompen ante el filo de sus ojos.
Parece que un torrente de caricias me hubiese robado el habla
los miedos
la soledad.
Camina bajo mi piel tan segura de sí misma que hace temblar mis nudos
y los deshace así, como si nada, tan cómodamente...
me desnuda
saca mis colores hacia afuera y, en un instante
cabalga sobre mi alma
descoloca todo a su paso
y me deja a mí, con mis trocitos esparcidos
sonriendo como una tonta.

Fluye el viento por mis venas cuando tu piel me viste
y recorro cien veces el Mundo si me envuelvo con tus extremos
me sobreviene un suspiro que me llena el pecho
y cuando quiero darme cuenta estoy llena de flores.
Se estropea mi voz, la boca no es capaz de convertir en palabras
lo que por dentro está estallando
y llegada a este punto de efervescencia abrasadora
me fundo con tu piel suave
astillada
adictiva.