Pasemos a la acción.
Rebota, eco,
y muerde de una vez los suspiros que se me cuelan por debajo del olvido.
Ondea, da vueltas al atardecer entre mis cejas y se acomoda justo aquí, aquí mismo, incorpóreo
tan cerca...
Respirar mecanicamente y caer boca abajo por los pies y de cabeza, desmontada, sobre el aire que atraganta y merodea entre los poros ávido de serpentear.
Lava roja, sangre fría y poca cabeza, muchas horas por delante, tensión sobre los hombros y dentro, muy adentro, el peso de cienmil miradas podridas que solo persisten en mi memoria.
En tu memoria.
En el quizás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sé Libre por unos instantes..