Los martes no son tan martes si te saben a domingo.
Hoy me he convencido de que llevo una montaña rusa en el interior del pecho, peleando constantemente con un dragón rojo que se empeña en echar fuego por la boca y derrumbar los pocos edificios en ruinas que me quedan dentro. Parece fácil pero adelantar un pie, y luego otro, y luego otro y echar a correr escuece a veces tanto como deslizar los dedos por unas teclas que no se quieren mover...el subconsciente ataca, los sueños murmuran y el corazón del agua que fluye por dentro se encoge y se vuelve loco porque no comprende nada de lo que sucede a su alrededor.
La arena está tibia, mis dedos resbalan entre los granos y se encogen al notar las salpicaduras de cobre.
Todo esto es de locos!! Grita la cordura encadenada.
hace tanto tiempo que no me sabe un martes a domingo....ummmmhhhh
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