Pasa.

Las vidas paralelas no se arañan ni de noche
y en la cama tengo restos de agua condensada. Vives
y sobrevivo
catapultada a la luna
con los ojos abiertos por dentro esperando
dejar de existir todo el rato.
Al fin. Unos segundos,
minutos mordiendo con los dientes desde dentro.

Desgarrarte sobre la luna continuará
desapareciendo.
Y nos tragará el tiempo. O las ganas.
O el chorreo antes de desangrarse.

Todos tus trozos me rebasan la locura
y esta noche la noche tiene todas las patas posibles.