Cuando resbales de nuevo por mi carne tendrás de tener cuidado, hace días que la curo con veneno.
Y no es que me escuezas especialmente...
(los años nos han transformado en dos perfectas grietas a tiempo parcial)
es que la escarcha que resbala por los árboles me ha alcanzado la garganta,
ya casi no grito sin nombrarte.
Tendrás que tener cuidado, son muchos grados hacia abajo midiéndome
la temperatura bajo cero, bajo los muslos.
Cuando te dejes, de nuevo, caer entre mis piernas, no me saques del infierno.
Nos reencajaremos, lo juro, y volveremos a perdernos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sé Libre por unos instantes..