Hoy predigo lo pasado.
No me da miedo, sabes? pero ciertas sensaciones se me pegan a la boca del estómago cuando huelo la crema que me echaba, veo la ropa que me ponia o leo las cosas que escribía.
No se trata de huir, de escapar a la vida que aquellos siete días me robaron (mas otros tantos ya durmiendo en mi cama)...es que se me secan las palabras cuando intento poner letra a los recuerdos
crudos
de las horas enredada entre mis neuronas mismas, privadas de sentir la luz del sol.
No se trata de cubrir con más mierda, ni de poner colorines a una historia en escala de grises, no se trata siquiera de lamer heridas u ocultar cicatrices...
es sólo dejar ver que la fortaleza no se compra en los centros comerciales,no se aprende en los libros, no se enseña en las aulas,
que el hastío que provoca el saberse enclaustrado desde el centro hasta el último pelo no se puede resolver con gritos
ni puñetazos
cuando ni siquiera te ves con capacidad para alzar la voz.
Quiero declarar mi valentía, sí, la mía
quiero declarar que he peleado para desatar muchos nudos y para apartar a quienes me han provocado algunos de ellos
entre ellos yo misma.
Me declaro en pie de guerra frente a los hijos de puta que pisaron mi cuello para "enseñarme" hasta dónde podía llegar
malditos matasanos que se creen dueños del mundo...
Me declaro Libre, subyugada únicamente a mi propio juicio (o no).
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Sé Libre por unos instantes..