Palabras Como Puños.

Volvía a casa tras un día asquerosamente intenso.
Temblaba de frío, ya casi ni sentía la mano con la que sostenía el cigarro, estaba roja e insensibilizada.
Sus pasos eran lentos pero firmes, miraba a todos lados como intentando en vano descubrir algo o a Alguien tras un coche, saliendo de un portal o al doblar una esquina.
Se sentía Sola.
Sus ojos estaban medio cerrados y algo llorosos.. "el viento", pensó para sus adentros.
Seguía caminando por una avenida ancha repleta de árboles enjaulados en un metro cuadrado, miraba a ratos los cuadraditos del suelo, a ratos los coches yendo y viniendo por la calzada.
Tenía Mucho Frío.
Se Sentía Sola.
Cruzó un paso de peatones, seguía caminando, iba cargada y el cuerpo cada vez le pesaba más..paradójicamente, el corazón cada vez se antojaba más y más pequeño.
Cruzó otro paso de peatones, una señora corría cargada con la compra para cruzar antes de que el muñequito se pusiera en Rojo.
Miraba sus zapatillas de zebra mientras no paraba de caminar en su empeño de llegar a casa sin haber muerto de frío por el camino.
Realmente Hacía Frío.
Cruzó otro paso de Peatones.
Seguí Haciendo Frío.
Seguía sintiéndose Sola.
Empezó a andar más y más deprisa, no llevaba música y estaba empezando a sentir que se derramaba.
Sus pies se movían rápidamente, primero uno, después otro, primero uno, después otro, primero uno, después otro..
"qué tremenda Monotonía", volvió a pensar para sus adentros, "qué tremenda esta Rutina".
La cabeza bombeaba la sangre que llegaba al cerebro a una velocidad pasmosa, quería que sus piernas funcionaran más rápido que su cerebro, sólo quería que sus piernas funcionasen más rápido que su cerebro...
Evidentemente, no lo consiguió.
Y no dejó de sentirse Sola.
Quedaban pocos metros para llegar a su casa. Paró en un banco, abrió la mochila y sacó la llave (que ya pesaba más que su corazón)
avanzó los últimos metros (cuesta arriba) hasta el portal.
Sacó la llave.
Abrió la puerta.
Entró.
Seguía sientiéndose Sola.
Aún tenía frío.