La vida es un gran circo y nosotros los payasos
que servimos para alegrar la vida de los dioses
que se divierten mirando nuestro sufrimiento.
Somos los animales en la jaula y nuestro destino
es el domador de humanos.
En ese circo todos pueden trabajar, los mutilados venden palomitas
de maíz mientras los deformados venden los refrigerios.
La divulgación de ese espectáculo fue tan grande que logró unir los
Ángeles y los Demonios que ansiosos esperaban por las escenas de
tragedia y de destrucción, que llevan la vida de niños y familias de
pueblos y naciones.
Mas, no necesitan asustarse habla la muerte al micrófono, todo eso es parte del show.
Mientras la sangre ensucia la tierra y las ropas blancas de la humanidad,
la platea aplaude de pie, están todos invitados a mirar esa atracción, una
mujer asesina a su hijo y mutila a su marido y miren con atención la pobre
chiquita llora triste al lado de su perrito que fue envenado por su vecino, un
viejito solitario.
Mas, no necesitan asustarse, habla la muerte al micrófono, todo eso es parte del show.
En la hacienda de los dioses hay muchos otros como esos y hoy es un día
de celebración están los Ángeles y los demonios en el mismo espectáculo.
Los artistas fueron creados y enseñados para sufrir, matar, robar y fingir
y ahora nos presentan todas sus habilidades.La maldad no tiene límite y
eso les encanta a los invitados que miran con atención todos los actos que
se representan en el palco.
No hay nada de errado, ese circo es un circo mágico, hay misterio en esse
lugar y quien entra no puede más salir porque los muros son hechos de
tristezas y desilusión, protegidos por los guardianes enmascarados, nadie
logra huir de esa pieza de terror y quien no cree puede empezar a preocuparse,
por que el antojo de los dioses es salir de cacería por la noche y cuando tú menos
lo esperas, puedes despertar preso en ese paraíso para los tontos y tan deseado por quien lo desconoce.
Mas, no necesitan asustarse habla la muerte por micrófono, todo eso hace parte de ese show.
Nuestros problemas, nuestras tristezas, nuestra infelicidad, están escritos en el
guión de nuestros personajes.Pero debemos quedarnos calmados porque esa
pesadilla solamente va a terminar cuando nuestra sangre y nuestra destrucción
enojen a esos dioses caprichosos.
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